viernes, 22 de octubre de 2010

21 de octubre - Sexta noche

"Cuando recorro las calles y la vida me golpea a los costados, mostràndome los ojos de los niños, la pesadez de los viejos, de los abandonados, cuando veo el cansancio resignado de los trabajadores y todos los rostros del miedo y la esperanza: el alma es un silbido aullante y dolorido que necesita contarse en papel y poesìa."

Asì comenzò la sexta noche, con las palabras tibias del poeta cordobès Carlos Argüello, quien saliò de gira a la eternidad...

"Cuando unos ojos luminosos me arropan de soles y suspiros, o la seducciòn del viento, el sonido del bosque, una mujer danzando con toda su desnudez de don y de milagro: me vuelvo sin querer relato, verso, alarido..."

El aire se poblò de oìdos.
Gonzalo Vivian abriò el juego leyendo un soneto de Guillermo Rodrìguez "Ser ciego en Alta Gracia", que èl mismo ilustrò. Teresita Pirra incursionò en la narraciòn oral, Marìa Julia Masciotta que trajo el recuerdo de su abuela gringa, Maritè Archina desde Còrdoba con su poesìa de cristal, Alicia y Jorge Bezzi, recièn llegados desde Balnearia estrenaron tambièn su voz poètica en la noche. No faltò a la cita mi querida Fanny Jaretòn, la poeta intensa con su pluma felina, Eduardo Laguna compartiendo un texto humorìstico, mientras se preparaba Diana Vàzquez de Saldàn quien nos narrò un cuento para el niño que llevamos dentro.

"Cuando el amor, la soledad o la ausencia me regresa luna y mùsica, cuando la historia, el latir y la memoria, son una làgrima, un sollozo, una esperanza: soy relàmpago y trueno y el corazòn me arrebata la palabra."

Carlos Villa Guzmàn con acento mexicano nos regresò a la primer Amèrica antes de todos los saqueos con su poema. Y Silvia Crespi con su sonrisa de pie nos contò y nos cantò su felicidad contagiosa. Tìmidamente llegò hasta el medio Mirna Barbareschi para leernos un microcuento mayùsculo de Jorge Boccanera. Marta Yàcamo nombrando al milagro de los treinta y tres mineros en su poesìa.
Y Juan Carlos Garcìa desplegò uno de sus cuentos geniales desde el bolsillo de su imaginaciòn.
Las paredes del Paseo Nicolasa vibraron de arte en sus mùltiples expresiones.
En la exposiciòn de las pinturas de Gonzalo, en las voces de las malas compañìas y en las canciones que trajeron Luis Cutrò y Eduardo Almada..."O sole mio" por ejemplo, qué lujo!
Si es verdad que las paredes hablan, estas paredes repiten versos, colores, estribillos y huelen a cafè y a abrazos de los soñadores de la patria chica manifestando la paz...

Retomo a Carlos Argüello y con sus palabras tambièn digo:

"Entonces escribo sin que nada pueda detenerme, que es mi modo de reìr y llorar junto a los fuegos"

sábado, 9 de octubre de 2010

QUIJOTE DE ESTOS DÍAS



Dicen que lo han visto por las mañanas
caminar con paso largo por la Calle del Molino.

Dicen que con la mirada trashumante
pesca metáforas a orillas del Tajamar.

Dicen que elige las más puras
y las engarza en mil sonetos.

Dicen que la nostalgia se hace pluma y ala
y se le pega con gotas de llovizna
a su espalda ligeramente encorvada

no sólo por los casi ochenta
sino por tanto repechar con su bolso
henchido de poemas
el sendero de plata de la Gruta.

Dicen que seguramente le pide a la Virgen
torrentes de agua bendita
para que la Justicia recupere la vista
cuando pasa un niño mendigando o un perro vagabundo
cuando gime un árbol mutilado o se tuercen los derechos.

Dicen que este quijote no sólo abraza
su boca con barba como espuma blanca,

no sólo es delgadísimo y caminante,
sino que ama como loco la tierra y el agua.

Dicen (y digo) que este caballero andante
viaja en el cuerpo de Erasmo Stivala
y algunos domingos en Noches de Poesía
recita sonetos que le riegan la esperanza .

Teresita Pirra

Premio Noches de Poesía 2010