sábado, 25 de febrero de 2012

23 de Febrero de 2012 recordando a Spinetta

"...después de todo, tú eres la única muralla...
si no te saltas, nunca darás un solo paso."
Luis Alberto Spinetta - 1971


El café explotaba de Malas Compañías.
A quince días de su muerte quisimos rendirle homenaje al Flaco, padre de nuestro rock nacional, un muchacho ojos de papel...






Pablo Catania compaginó las imágenes de Spinetta y a través de su música recorrimos su intensa vida, su legado fértil.
Germàn Masgoret interpretó maravillosamente Alma de Diamante. El Grupo Versión (Bizikyan-Schiller-Masgoret)iluminó la noche y las gargantas en un himno atemporal que atravesó todas las adolescencias y todos cantamos Muchacha ojos de papel con una lágrima en los ojos.
Marcela Rosales inauguró el micrófono con partes de su Ciudad de Huecos, su nuevo libro de poemas que Ed. Alción lanzó en noviembre pasado. Extráñabamos el histrionismo de Marta Guzmán, los cuentos de Silvia Crespi, la metafísica de Sergio Brizuela, la narrativa de Luis Ferrari, la voz tímida de Alberto Pueta. Susana Ruiz trajo su palabra y hasta se desató en una zamba con su cintura de trigo y con Marcela fueron dos juncos abrazados en un pañuelo.
Alicia Urrutia Brusa estrenó el espacio con dos poemas. Y Pablo Catania se animó a leer su homenaje al Flaco. Alicia y Jorge Bezzi llegaron al micrófono con quince años y sus sueños powerflower de cambiar el mundo. Darío Leyva llenó el aire con su poesía de amor. Mientras Mariano Loyacnono y sus amigos soltaron zambas, una versión en francés de La quiero a morir que nos hizo saltar el corazón. Luis Cutró y Eduardo Almada esperaban su turno con la guitarra,amigos que nos acompañan siempre y nos regalan su música como un saludo de pájaros hospitalarios.
Marcos Molina compartió unas breves líneas poéticas.
Jorge Flores Soler nos atrajo con su imán literario a esos mundos paralelos que se inventa para sorprendernos.
Y Reynaldo Farías nos deleitó con dos canciones.
Noche plena de matices. Amigos que se suman a este más que nunca "jardín de gente"







Me fui silbando bajito, mirando hacia el cielo. Y me pareció de repente estar caminando entre estrellas.Así ando arriba por unos días como un globo de helio recontando cada instante, inventariando la magia para que no se me escape la noche hasta el próximo encuentro.