son apenas tres líneas:
choza de sílabas.
Matsuo Bashó
La luna llena
en el lago tranquilo
la bebe un ave
Julia "Aniko" Guzmán
Es un poema
de bordes infinitos
llena la casa
Jorge "Akiro" Giallorenzi
La noche del jueves fue mística. La luna brillaba como un abanico abierto en un clima de silencios íntimos, mientras hablábamos de haiku y kire, intentando asomarnos a la filosofía oriental en ese asombro de tres versos y diecisiete sílabas.
Julia Guzmán y Jorge Giallorenzi, dos peregrinos de la palabra, nos trajeron ese parpadeo, ese colibrí, la síntesis como suspiro compartiendo la sabiduría adquirida para aproximarnos a esta forma poética que eterniza lo fugaz en un instante de placer literario.
Marta Yácamo, Ramona Bustos, Luis Ferrari, Alberto Pueta, Amalia Rossi, Estela Amaya, Melisa Älvarez y Carlos Medina, Alicia y Jorge Bezzi, Teresita Pirra y Eduardo Laguna se sumaron al juego del Taller Itinerante de Haiku "Sakura", mientras tomábamos té y escuchábamos Koyasan. Una experiencia inédita.
Muchas gracias a Aniko y a Akiro, Julia y Jorge, dos amigos que pasan, pisan y dejan huella en este Café de las Malas Compañías...
No dudo que fue fructífero y me hubiese encantado estar. Jorge y Julia son muy buenos en eso y cuando no están haciendo una cosa están haciendo otra. Haiku,tenía tantos en un archivo, me lo comieron los bichitos informáticos, si tengo tiempo haré uno.
ResponderEliminarBesos. Y gracias Claudio por tu trabajo de coordinación.
Lily Chavez
¡Gracias Claudia por permitirnos desde adentro este hermoso café donde nos sedujo el clima de intimidad y buena onda!. Fue un placer compartir con ustedes esta parte de nuestro camino donde intentamos difundir la poesía japonesa -haiku- y aprender todos juntos.
ResponderEliminarLily, gracias por tus conceptos. ¡No va faltar oportunidad de compartir con vos nuestros haiku y poemas en tus Noche de Bandada. Lo prometido es deuda.
Julia y Jorge
Fue una noche muy linda pues aprendimos y compartimos, pensamos y conocimos... y...
ResponderEliminarHasta los bichos
atentos escucharon.
Todos oian