miércoles, 25 de agosto de 2010

El canto de las chicharras

Un incendio de sol abraza el monte serrano,
la tierra repite su ancestral letanía.
El calor de enero penetra la piel del algarrobal,
la vida se adormece en el sueño de la tarde.

Un penetrante olor a yuyos impregna los sentidos..
Las chicharras quiebran el letargo estival
tejiendo y destejiendo el sin fin de su canto
que desata la tristeza secular del tiempo.

Del pentagrama de soles de sus notas,
con la nostalgia dibujada en los sonidos,
fluye la dulzura del tiempo pasado
con su belleza total de vida sin cadenas.

La memoria se desploma en el lomo de la vida.
Se rompen los silencios del cansancio acumulado...
Ríos de lágrimas quiebran la mordaza del pasado
mientras siento el regocijo maravilloso de estar viva.



Judith Antonello - Alta Gracia

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